Es casi obligada la caminata por el centro histórico, donde no hay calle sin historia, por el contrario, desde el Museo Nacional de Bellas Artes , andadores peatonales, cantinas y locales llenos de oficios y beneficios son un viaje por lo mejor del país en tiempo y forma. No dudes en visitar la renovada plaza Garibaldi para conocer la vida en el barrio y visitar frente a famosos restaurantes el Museo del Tequila y el Mezcal. Si lo que te gusta es chacharear, deja el fin de semana para hacerlo y dirígete al sur, a la bonita Plaza de San Jacinto de San Ángel para agasajar tus sentidos en el Bazar del Sábado, pero si se desea un poco más de intensidad y adquirir objetos y muebles vintage, busca la calle Comonfort, cerca de Tlatelolco, el Bazar de antiguedades de la Lagunilla, lugar de reunión de comerciantes de antiguedades que son, después de años de oficio, una pieza en sí.