La impresionante ciudad prehispánica de Cantona es una urbe construida en el mal país (lava volcánica), que controló los yacimientos de obsidiana cercanos e intercambiándolos con otras regiones muy remotas. Una peculiaridad es la gran cantidad de canchas de juego de pelota (cerca de 26) de diferentes tamaños distribuidas a lo largo de la ciudad. En su época de esplendor (600 d. C) tuvo una población de 90 mil habitantes y ha sido considerada, después de la caída de Teotihuacan, la ciudad más importante del Centro de México.