Quién se concentra en el manejo debe sentirse con el absoluto control sobre lo que sucede con los vehículos que tiene a su lado o los que vienen por detrás. Para ello es imprescindible verificar la posición de los retrovisores antes de iniciar la marcha. Al manejar, el trazado correcto y efectivo de una curva implica sacrificar un poco de velocidad y retrasar el giro del volante para luego salir tan aprisa como sea posible.
Nunca maneja con las dos manos en posición de las seis en punto. Nuestro ángulo es reducido y la reacción frente a cualquier imprevisto nos llevará más tiempo del necesario.