Viajar a Yaxchilán es dejar que los ojos se inunden de color verde y la mente de sorpresas. Para llegar a esta zona arqueológica hay que navegar por el Río Usumacinta una hora. Te encontrarás con la selva alta, con sus árboles que parecen no tener fin y sus leyendas lacandonas mantiene con vida esta pequeña aldea que se convirtió en una de las ciudades más importantes de la zona. Recuerda llevar ropa cómoda, sombrero, repelente, binoculares, agua y disposición de hacer una larga caminata.
Viajar a Yaxchilán es dejar que los ojos se inunden de color verde y la mente de sorpresas. Para llegar a esta zona arqueológica hay que navegar por el Río Usumacinta una hora. Te encontrarás con la selva alta, con sus árboles que parecen no tener fin y sus leyendas lacandonas mantiene con vida esta pequeña aldea que se convirtió en una de las ciudades más importantes de la zona. Recuerda llevar ropa cómoda, sombrero, repelente, binoculares, agua y disposición de hacer una larga caminata.