Como otros bosques de esa latitud, el cambio de estaciones es perfectamente perceptible: el verano es el tiempo del florecimiento, durante el otoño las hojas del alamillo cambian de color y se caen, mientras que con la llegada del invierno existe la gran posibilidad del que el bosque se cubra de nieve. Para llegar es necesario transitar en cuestión de una par de horas desde el nivel del mar, donde gozamos de un clima mediterráneo, con chaparrales y mucha influencia desértica hasta una altitud de más de 2,00 metros.
La carretera por lo que hay que conducir es la Transpeninsular donde, entre el tramo Ensenada-San Quintín, hay una desviación que señala la dirección hacia el parque. Aunque desde este punto únicamente hay que transitar 50 kilómetros para llegar a la primera parada problada en el camino, el Rancho Meling, el viaje tarda más de una hora, pues la carretera de acceso es sinuosa y estrecha.