Una de las características más importantes del Ford Focus es lo discreta que resulta su figura, apostando por una mayor dosis de sobriedad que lo acercan peligrosamente a su hermano mayor, el Mondeo. Es ligeramente más grande en todas direcciones, lo que se traduce en un mayor espacio interior y una cajuela que supera con facilidad los 500 litros de capacidad. Y aunque no lo parezca, no comparte nada estético con el modelo al que sustituye, con todo y que la similitud en sus líneas sea sorpredenten.
Mantiene detalles característicos de otros Ford europeos como las fatos y las calaveras triangulares, la parrilla de panal y una cintura que se eleva claramente hacia atrás. El resto de las líneas es simple y limpio; muy europeo.