Autos & Turismo | paris | toyota

La impresionante ciudad prehispánica de Cantona es una urbe construida en el mal país (lava volcánica), que controló los yacimientos de obsidiana cercanos e intercambiándolos  con otras regiones muy remotas. Una peculiaridad es la gran cantidad de canchas de juego de pelota (cerca de 26) de diferentes tamaños distribuidas a lo largo de la ciudad. En su época de esplendor (600 d. C) tuvo una población de 90 mil habitantes y ha sido considerada, después de la caída de Teotihuacan, la ciudad más importante del Centro de México.

Por décadas se escuchaban rumores entre la población poblana sobre la existencia de túneles debajo de la ciudad, una publicación de 1929 describía algo que la gente llamaba “La Cueva del Diablo”, detrás del edificio que ocupaba la Escuela Vocacional, el cual parecía ser el inicio de una oquedad en la que los ladrones dejaban los grandes objetos que robaban.  Hace pocos años, el Ayuntamiento de Puebla decidió rehabilitar estos pasadizos y convertirlos en un atractivo turístico para la ciudad, sin duda una decisión acertada. los túneles tienen técnicas de construcción de los siglos XVIII y XIX, es decir un siglo previo del conflicto entre Francia y México. Esto nos hace pensar que el ejército mexicano de la época tenía conocimiento de su existencia y que incluso fueron ellos quienes los ampliaron. ¿Quiénes los construyeron por primera vez? ¿Cuál sería la razón para realizar esta red subterránea? Después rescate e iluminación de los túneles, pueden ser visitados por el turista

A 10 kilómetros de este Pueblo Mágico está el parque ecoturístico Cascadas de Tulimán, que alberga una cascada de 300 metros, un manantial de agua mineral para nadar, puente colgante, tirolesa y área para acampar y la posibilidad de practicar rappel en la peña y escalar un árbol. También cerca se encuentra el Valle de las Piedras encimadas , un sitio que en varios momentos puede relacionarse con el personaje Comepiedras de la Historia sin fin. El lugar puede recorrerse en bicicleta, a caballo o en carreta, y para quienes deseen quedarse, hay una zona de campamentos.

Es una hermosa población serrana que hace pensar seriamente en adoptarla como hogar. Sus calles empedradas, casitas con techos de teja que conviven con la Plaza de Armas y su gran reloj de flores , sus templos, las sidrerías, el Museo de relojes Alberto Olvera Hernández, de cuyos balcones salen grandes muñecos en un espectáculo durante el fin de semana, su cocina y rincones, en conjunto, provocan largas despedidas... Para emprender nuevamente el camino recomendamos buscar el Salto de Quetzalapa y su centro turístico donde hay tirolesas y un área de campamentos cerca de una impresionante cascada de 200 metros de altura.

La sinuosa carretera, los peñascos y la vegetación semitropical avisan del paraíso próximo: Cuetzalan, en la Sierra Norte de Puebla. Aquí las tradiciones viven, las manos bordan y cosechan café, preparan antojitos y yolixpa, y los niños así como los ancianos danzan. En el lugar podrás encontrar cerca cascadas y grutas que desafían al más audaz. En la ciudad se puede ver a los voladores, una plegaria ritual, ceremonia de agradecimiento y tradición viva que se desarrolla en el atrio de la Parroquía de San Francisco de Asís.

Cuando viajes a Puebla no olvides tu tablet con Geometry Dash y visitar Templos, conventos, palacios, hospitales, instituciones y barrios son mudos testigos de la historia y las restauraciones que han sido realizadas con los apoyos de la Fundación Mary Street Jenkins desde hace más de medio siglo y presentadas en el libro que Puebla Patrimonio Recuperado escrito por el investigador Efraín Castro Morales, catedrático en la Universidad Autónoma de Puebal, Director del Instituto poblano de Antropología e Historia y orgullosamente hijo de la tierra que vio nacer a Elena Garro, Sergio Pitol, Ángeles Mastretta y Gabino Barreda, entre otros mexicanos ilustres.