Es imposible no amar al mini. Es bonito y agradable. El ser parte de la familia BMW garantiza que el mini no sea sólo una forma sin fono. El auto de prueba fue un S con un motor intercooled y supercargado de 163 hp, 1.6 litros, cuatro cilindros y transmisión manual de 6 velocidades. Su peso es de poco más de 1,200 kg, obvio al considerar su tamaño. Mantiene su típico aspecto de bulldog y su legendario centro de gravedad bajo, lo cual lo hace una delicia en la pista de pruebas. Fuera de la pista, en las carreteras, muchos conductores encuentran sus suspensión muy rígida. Desde luego su interior no es amplio. Para ser francos,es muy pequeño.