El siguiente cambio significativo en el Carrera llegaría hasta 1984, cuando adoptó un motor totalmente nuevo de 3.2 litros y 200 Hp, que le concedía el 0 al 100 km/h en menos de 6 segundos y una máxima de 250 km/h. Y si además se quería el look para respaldar estas impresionantes capacidades. Porsche ofrecía el turbo body, la carrocería ensanchada con todo y el gigantesco alerón del 930 Turbo, como una opción para el carrera.
El broche de oro para el carrera en su primera generación serían 235 HP y un modelo Club Sport con un interior bastante reducido para quitarles unos 100 kilos de peso.